Realidad y Sueño Lúcido

La ciencia, a través de la epistemología, ha demostrado que no existe una "realidad" absoluta independiente de quien la percibe. También afirma que no existe un hecho en sí mismo, sino que todo hecho está "cargado" de teoría, es decir, es relativo a la teoría desde la cual se lo observa.

 

En los sueños es posible que se interactúe con la propia imaginación, pero en "la realidad" también, ya que en esta última, por ejemplo, la relación con los otros no se da directamente con las personas, sino con las imágenes internas que se tiene de los otros, por lo que indefectiblemente cada uno interactúa siempre con su propia imaginación.

Y tampoco puede saberse a ciencia cierta si lo que el otro hace o dice es lo que "efectivamente" hace o dice, porque ello debe pasar por el tamiz de la percepción-reconstrucción del que escucha.


La realidad del sueño tiene infinitos elementos y personas, ni más ni menos que la cantidad de personas y objetos que hay en cualquier típica situación "real".


Puede que soñemos que alguien muere y vuelva a vivir, y también es claro que el muerto en “la realidad” no se vuelva a levantar, pero tampoco podemos saber qué ocurre con la conciencia en la muerte, y quién sabe si no se trate, como lo ha dicho el físico de la universidad de Cambridge, David Bohm, de una abstracción que hacen los seres humanos cuya sabiduría n se ha movido un ápice de las superficies gnoseológicas.

 

Es probable que los sueños sean irracionales. Pero... ¿es racional la realidad? ¿Es racional lo que sucede en un agujero negro? ¿Es racional que si dos mellizos viven en diferentes altitudes con respecto al nivel del mar al cabo de varios años tengan varios días de diferencia efectiva en la duración de sus vidas? ¿Es racional la guerra, la matanza entre seres humanos? ¿Es racional la física cuántica, en la que los experimentos dan resultados paradójicos?

 

La racionalidad binaria que solemos decretar como única posible: ¿tiene cabida cuando por ejemplo una partícula viaja por dos lugares a la vez, y dos fotones pueden comunicarse sin mediación del espacio ni del tiempo de manera instantánea?

 

¿Qué tiene de contundente el universo al ser visto desde sus componentes básicos ,los átomos, cuyos electrones "existen" y dejan de "existir" millones de veces por segundo, y los objetos se comprenden sólo como producto de nuestra percepción y no tienen existencia independiente de todo el resto del cosmos del cual no se diferencian? ¿Dónde está la contundencia si estamos hechos de electrones que solo "tienden a existir" en determinados momentos y lugares?


 

Un sueño puede ser analizado. Pero precisamente cuando nos damos cuenta de que estamos soñando, es porque hemos analizado ciertos elementos que nos permiten inferir que se trata de un sueño, y ese análisis efectuado en el sueño es justamente lo que constituye el epicentro de un sueño lúcido.


 

En definitiva, llegamos a la misma conclusión: ¿por qué llamar al sueño, sueño, y

a lo real, real? Parece haber más verdad en el aventurarse a no saber que en la omnipotencia del positivismo ingenuo.


Me pregunto si debemos esperar a que alguien pueda medir los sueños y sus leyes occidentalmente para animarnos a experimentarlos a fondo e investigar por nosotros mismos sin prejuicios su “racionalidad” y alcance. O si los científicos nos deberán dar permiso para escuchar lo que se dice en distintas tradiciones y ponerlo a prueba en uno mismo antes de descartarlo en la bolsa de gatos de lo llamado “místico”.


Cien años atrás hablar de inconsciente era un tabú, algo ridículo. Ahora, sobre todo en estas tierras, todo lo que no se puede explicar se le atribuye al inconsciente, transformándose el concepto en otra bolsa de gatos. Sin embargo, las nuevas corrientes están volviendo a decir que el inconsciente y la conciencia misma no existen. Que somos una especie de computadora, que a veces funciona bien y otras no tanto.


El hecho, por ejemplo, de que los escenarios de los sueños sean cambiantes, se debe simplemente a que no se sabe mantenerlos. Cuando eso se aprende, es posible mantener la escena el tiempo que el soñante quiera (o que pueda, según su habilidad). Castaneda por ejemplo, enseña muchas técnicas para manejar los sueños. Y no es requisito adscribir a su manera de ver el mundo para comprobar que funcionan.


Podemos quedarnos esperando que oficialmente se declaren nuevas verdades acerca de los sueños para entonces creer en ellas. Esperando como se quedaron tantos a que los nuevos científicos desmitificaran a los viejos, que decían que el Sol giraba alrededor de la Tierra. Y que esta era el centro del Universo, y que además, estaba sostenida por cuatro elefantes, parados estos sobre una tortuga

 

Realidad y Sueño Lúcido

“Si alguien,

 cayendo de sí mismo en sí mismo,
 manotea para sostenerse de sí
 y encuentra entre él y él
 una puerta que lleva a otra parte,
 feliz de él y de él,
 pues ha encontrado su borrador más antiguo,
 la primera copia.”