Sombra Oscura y Sombra de Oro
Palabras clave: sombra – punto de vista – punto de ventaja – contenido como sujeto – contenido como objeto – disociación – fijación – apego – aversión - Sombra oscura, de oro, y sombrita buena.
La sombra se origina cuando ciertos contenidos de la conciencia permanecen como sujeto en lugar de convertirse en objeto.
Poner distancia entre la conciencia y los contenidos. Al ser objeto el contenido puede ser utilizado, funcional mente administrado o controlado, según la conveniencia de la conciencia. Puede estar disponible para la dinamica de la conciencia en un momento dado.
Hay tres tipos de sombra
1-Sombra oscura
2-Sombra de oro
3-Sombra buena: Psicología positiva. Lo que anda bien, que ande mejor.
La sombra tiene dos escobas, puede ser limpiada de dos maneras: tanto se puede barrer la suciedad como pasar la lustradora.
Sin no se trabaja la sombra, el devenir de la vida cotidiana puede ser muy disfuncional.
Cuando uno esta en un estado como en el de lucidez onírica o en un estadio de manera constante, como por ejemplo el estadio de centauro se genera un punto de vista que se identifica con dicho estado/estadio. Cuando se produce un cambio de estado, como del centauro al sutil, el centauro no desaparece, lo que desaparece es el punto de vista del centauro y aparece el punto de vista sutil.
La sombra aparece cuando ciertos contenidos de conciencia permanecen como sujeto en lugar de convertirse en objeto de manera de poder ser administrados según la conveniencia de la dinámica de la conciencia en un momento dado. El espacio entre la conciencia y el contenido es garantía de que la sombra no suceda.
Cuando la conciencia recibe una agresión, la herida del insulto se constituye como sujeto. El contenido de la imagen queda “pegado” al sujeto.
Que haya sombra es sinónimo de que la conciencia ha quedado identificada con un punto de vista. Si hay una fijación en el punto de vista del centauro, todo lo superior es percibido como sombra oscura.
Hay un punto de vista en cada estado/estadio que muere al cambiar a otro. La estructura permanece, el punto de vista muere.
Además del punto de vista existe el punto de ventaja.
“que me importa la página, a esta altura no me interesa, prefiero quedarme mirando el mar el resto de mi vida.”
El punto, que en realidad es de aparente ventaja, es análogo al beneficio de enfermedad o beneficio secundario en transaccional.
En el punto de vista sano no hay punto de ventaja, porque este es privativo de la sombra.
La sombra presenta dos subtipos, tanto desde la filosofía integral de Ken Wilber como desde el budismo tibetano de Tenzin Wangyal Rinpoche: de placer o apego, y rechazo o aversión.
Corremos riesgo de sombra de Luz Clara si rechazamos a los sueños lúcidos o si no queremos recibir enseñanzas del sambhogakaya por no pertenecer al cuerpo causal.
Mientras la conciencia atraviesa cierto estadio, los contenidos de ese estadio son sujeto. Para pasar al estadio subsiguiente, la co0nciencia debe tener la valentía de abandonarlos, de perderlos para recuperarlos en el estado siguiente junto a la emergencia de nuevos contenidos.
Lo peligroso de la sombra es la replicación de si misma, la mamushquización: si hay odio al hermano mayor, lo habrá luego hacia miles y miles de personas en las que se proyectan las características de este. La replicación se multiplica indefinidamente.
Concepto de sub yo, subpersonalidades.
Lo que la sombra hace: te dice “los otros son ignorante”. (Amor a los menos evolucionados es ágape)
La conciencia está en sutil-causal-casi turiya y surge el pensamiento: “son ignorantes”.
En el sutil causal debe ser evidente que hay una fascinación increíble por expresar ante los demás acerca de las experiencias sutiles, pero al aparecer el pensamiento “son ignorantes”, se evita la comunicación.
Para observar y que deje de ser una creencia observadora que observa sin ser observada.
Los contenidos de la sombra, al mantenerse como sujetos, cargan a las subpersonalidades. Es posible que se conviertan en objetos manejables, incluso en objetos que adoren y admiren a la conciencia.
“Yo no doy el curso” es ejemplo de rechazo
“Me quedo mirando el mar” es ejemplo de apego.
El “Yo no doy el curso” es ejemplo de rechazo
“Me quedo mirando el mar” es ejemplo de apego
El apego es a la fijación lo que la aversión a la disociación. En tales estados es muy difícil que la mirada comprensora vea con claridad.
A la vez, este tipo de situaciones, son tan normales como que haya una gotera en una casa después de una lluvia muy intensa o si se está esperando el nacimiento de un hijo y luego se recibe la información de que serán quintillizos.
Cuando se quiere demasiado a alguien, se está olvidando que en la misa medida se lo odia.
La sombra de la aversión es lo que no ve la aversión de deseo para llegar a neutro.
En el apego falta aversión
En la aversión falta ver el apego
Estamos creando una matemática de los contenidos
No está mal decir que la gente es ignorante, pero en igual medida es maravillosa
Ese desequilibrio entre apego y aversión crea las subpersonalidades
La polaridad no es un puesto rotundo, sino más bien un continuum
Existen polaridades horizontales y verticales.
Unas dentro de un estado o estadio: por ej: alguien que hace pesas y no estira o al revés.
Otras son polaridades de cómo es cada estadio respecto del que sigue. Por ejemplo, un rojo pude matar a un azul, un psicoanalista puede decir que el sueño lúcido es psicosis.
Hay que investigar todas las formas de sombra
Si uno está autodefinido en sujeto sutil y no hace las prácticas puede que su punto de vista sea sutil, pero su nivel real sea de ego o centauro.
En Psicología del Yo Integrado se presentan algunas teorías y actividades cuyo objetivo es investigar las tipologías del yo de un modo efectivo y rápidamente aplicable. Allí ubicamos el Análisis Transaccional, el Eneagrama, Gestalt, Integración de la Sombra Inconsciente y las estrategias del dispositivo psicoanalítico en fun-ción de aclarar los mecanismos de defensa que de-forman nuestra perspectiva yoica y nuestras relaciones intersubjetivas a partir del principio “el incosciente es el discurso del otro”.
Psicología del Yo Integrado
—El “Sí, pero...” es un juego psicológico, como el de la vecina. Y esto no es mi invento, es básico en análisis transaccional. Se trata de una persona que se siente despojada de afecto y se cree una muy sufriente víctima de los demás. Se conceptúa a sí misma injustamente incomprendida y desea vengarse por ello. —Bruna hizo una pausa y continuó—: Suele presentarse mansa y lastimera a pedir ayuda por algún tema específico. Fácilmente encuentra un alma incauta y sensible que se apiada de “tan triste criatura” y que con amabilidad le sugiere soluciones a sus dilemas, a las que siempre recibe respuestas que comienzan con un “sí, pero...”, como si dijera que la idea es buena, pero que hay algo que la hace inviable. La persona siente que nadie podrá comprender jamás sus excéntricos y delicados problemas, que nadie posee la alta sensibilidad que ella merece, y castiga a quienes la ayudan rechazando la solución y pidiendo más, esmerándose, de una manera tremenda, en construir razonamientos que encuentren la falla a todo. Sin embargo, ella no es consciente de esto. Finalmente, cuando el que da las soluciones se harta de esta persona tan terca, el juego termina, y paga por haber cometido el error de sentir que podía “salvar” psicológicamente a alguien. A su vez, el demandante confirma, triste y desahuciado, una vez más, que nadie lo comprende. Lo mismo que la vecina, la molestia de trabajar en serio por la resolución de sus conflictos es mayor que la de su juego, por lo que puede dedicarse a vivir así, inspirando lástima y tedio por donde pasa.