Con el nombre de estado o cuerpo sutil introducimos aquello que en las tradiciones espirituales hace referencia a un conjunto de fenómenos, experiencias y comprensiones que, no obstante su diversidad y dificultad de ordenamiento, tienen en común la cualidad de trascender la mente convencional del funcionamiento en el espacio-tiempo cotidiano.
El yo sutil se sostiene a partir de la conjunción de dos elementos en el proceso evolutivo en el que coexisten 1) el desarrollo ético-moral, que incluye los niveles de compasión universal y 2) la meditación que despliega altos estados de concentración, discernimiento y calma mental. Ambos constituyentes llevan a la aparición de una serie de eventos que suelen agruparse en dos tipos de indicadores llamados bendiciones: las llamadas bendiciones para-mundanas y las bendiciones espirituales. También se conocen con el nombre de siddhis.
Una bendición para-mundana refiere a las capacidades extrasensoriales personales, que corresponden a la mente post-espacio-temporal, esto es, la mente que funciona, en palabras del físico David Bohm, en contacto con el orden implicado. Fenómenos como la clarividencia, la clariaudiencia, la telepatía o el dominio profundo de los sueños lúcidos son considerados cualidades de la Para-mente. En este sentido, son capacidades trans-mentales, que han sido negadas y aún hoy son consideradas ilusiones por la ciencia occidental. En cambio, en las tradiciones orientales, han sido investigadas desde hace miles de años.
Respecto a las bendiciones espirituales, las tradiciones místicas refieren a capacidades físicas extraordinarias que se despliegan más allá de las trans-mentales. Los grandes escritos orientales hablan de capacidades trans-físicas como: a) multiplicar el cuerpo en muchos cuerpos y luego colapsarlo en uno nuevamente; b) desaparecer y aparecer a voluntad (invisibilidad); c) pasar a través de objetos sólidos como a través del espacio (intangibilidad); d) subir o hundirse en el suelo como si se estuviese en el agua; e) caminar sobre el agua como en la tierra; f) tocar cualquier elemento a cualquier distancia (por ejemplo, la luna o el sol); g) viajar a otros mundos con o sin el cuerpo; h) tele-transportarse.
También son incluidos a) los estados de bienaventuranza, b) la conexión con deidades (Budas, Ángeles, Dakinis, etc.), c) las iluminaciones audibles, d) la visión de luces maravillosas, como experiencias típicas del nivel sutil. Es central también el tópico referido al despertar del kundalini, una energía dormida en la base de la columna vertebral que, al activarse, revitaliza las funciones dormidas de los chakras o centros energéticos del cuerpo.
Los grandes sistemas referidos a la energía sutil incluyen además del kundalini y el sistema de chakras, la teoría de los meridianos de acupuntura, el cuerpo etérico y el cuerpo astral.
Las prácticas que se llevan adelante para evolucionar hasta este estado se centran principalmente en refinar la energía a través del Hatha Yoga, la Tensegridad, las Artes Marciales, el Tai Chi, el Chi Kung y el Pranayama o ciencia de la respiración.
Las grandes tradiciones chamánicas han llevado adelante la estructuración de detallados mapas de innumerables fenómenos y experiencias que refieren al estadio sutil. En el caso del chamanismo tolteca, Carlos Castaneda ha descripto en sus libros experiencias sutiles como el ensueño, la segunda atención, el concepto de movimiento de punto de encaje, el ver energía tal como fluye en el universo e incluso la posibilidad del conocimiento silencioso.
Las experiencias de sueño lúcido, son esenciales al estadio sutil. Los niveles de lucidez se dan en una serie de sub-niveles que avanzan progresivamente en el dominio del sueño.
Así es que los sueños también experimentan niveles de evolución desde la ausencia de lucidez hasta el dominio total de la lucidez, lo que implica una culminación en los llamados sueños translúcidos, al llegar el séptimo grado de lucidez. Partiendo de 1) sueños sin consciencia de sueño, pasando por 2) sueños con conciencia de sueño, 3) sueños con conciencia de sueño y aumento de las capacidades de acción dentro de él, 4) sueños con conciencia de sueño y capacidad de modificar el sueño por completo, 5) sueños lúcidos con apertura a mundos totalmente diferentes y contacto con distintos tipos de seres -algunos de profunda sabiduría- hasta llegar a 6) la fenomenologización del soñante, es decir, la comprensión –al comienzo, intermitente- de que la entidad psíquica del soñante es ilusoria. El paso siguiente implica experimentar 7) sueños translúcidos, esto es, sueños con total ausencia del yo en el sueño, estado que es a su vez el umbral del próximo cuerpo, el causal, con su yo específico y la llamada percepción de luz clara, que confluye en los reinos causales superiores, en los que es posible mantener la consciencia en el estado de sueño sin sueños.
Algunos estudiosos identifican lo sutil directamente con el mundo de los sueños y sostienen que el control de los sueños es el camino más directo para dominar las distintas vertientes y capacidades del estadio sutil.
El despliegue de estas experiencias implica una confluencia de prácticas: yoga del sueño, meditación, hatha yoga, chi kung, tai chi, tensegridad, pranayama, esto es, ejercicios de respiración y varios tipos de meditación entre las que se encuentran las llamadas meditación de la órbita macrocósmica y de la órbita microcósmica.
En los estados convencionales de existencia, la unidad trascendental va perdiendo poder de acción y percepción, lo que conlleva a una disminución de los alcances de la consciencia y la caída del sujeto en una serie de divisiones progresivamente fragmentadas, a las que denominaremos dialéctica descendente. Paulatinamente nos alejamos de la Unidad definitiva y emergen sucesivamente siete niveles de progresivas divisiones. La Unidad primordial, en tanto Monismo Absoluto, va dando lugar a los llamados lindes ontológicos, es decir, límites, divisiones y fronteras que generan visiones cada vez más restringidas de la realidad. Cuanto más restringida es la visión, más fragmentaciones posee. Los lindes ontológicos se distinguen en lindes ontológicos personales y lindes ontológicos trascendentales.
Los lindes ontológicos personales son: 1) el tetralismo sub-personal, 2) el trialismo personal, 3) el dualismo personal. La trascendencia de todos los lindes ontológicos personales se logra con la unificación del dualismo mente-cuerpo que consigue recuperar la unidad gestáltico-existencial completa.
Los lindes ontológicos trascendentales son: 1) el tetralismo trascendental, 2) el trialismo trascendental, 3) el dualismo trascendental. La disolución de todos los lindes ontológicos trascendentales se logra con la re-unificación de la percepción causal del yo puro de vacío con las realidades de la forma en una unidad vacío-forma que trasciende a todos los lindes ontológicos previos y regresa al Monismo como Unidad Primordial.
1) Tetralismo personal: cuatro distinciones en conflicto a) el yo enfrentado b) con sub-personalidades en conflicto, c) con el cuerpo , d) con el mundo
2) Trialismo personal: tres distinciones en conflicto a) el yo enfrentado b) al cuerpo y c) al mundo
3) Dualismo personal: dos distinciones en conflicto a) el yo enfrentado b) al cuerpo-mundo
4) Tetralismo trascendente de segundo orden: cuatro distinciones en conflicto a) mente-cuerpo unificado enfrentado al b) yo sutil c) al yo causal d) y a la no dualidad.
5) Trialismo trascendente de segundo orden: tres distinciones en conflicto a) el yo sutil enfrentado b) al yo causal o percepción no dual o yo puro, c) y a la Unidad definitiva.
6) Dualismo trascendental: desegundo orden: dos distinciones en conflicto: a) percepción causal desde el yo puro enfrentado b) a la unidad final trascendente a todos los dualismos
7) El estadio siete logra disolver todos lo lindes ontológicos personales y trascendentales y restaurar el monismo definitivo: la Unificación final en el infinito creativo-absoluto.
El estadio sutil se mueve entonces entre dos lindes ontológicos. Su linde ontológico inferior es de primer orden y es el cuerpo-mente unificado, por lo que su emergencia se producirá una vez que el linde mente-cuerpo unificado de cabida a la existencia de una mente sutil, trascendente al espacio-tiempo. El estadio sutil por otra parte encuentra, en efecto, su linde ontológico superior en el dualismo trascendental del cuerpo causal –realidad absoluta definitiva, y la posibilidad de alcanzarlo surgirá como resultado de su propio refinamiento. El yo sutil contribuye a avanzar en su evolución a partir de lo que llamamos el proceso de desidentificación y ausencia dialéctica que posee todo estadio como momento previo al cambio hacia la nueva estructura. La ausencia dialéctica es el punto de falta de unidad que en determinados momentos puede percibir el sujeto en cualquier estadio de evolución, en este caso, el yo sutil, pues la experiencia sutil implica un sufrimiento sutil, que mueve al yo evolucionario a seguir explorando la esencia de la consciencia. Así, una vez recorridas las maravillas de la mente sutil y vista su propia cualidad de linde ontológico en el sufrimiento sutil, se establece el camino hacia la emergencia del yo causal como nuevo linde ontológico trascendental, iniciándose la manifestación de la pura observación des-identificada y vacía de un sujeto que no puede ser desastabilizado por ningún contenido de consciencia, instalándose definitivamente en el despliegue de la percepción no dual.
En occidente, el reino sutil suele ser una tierra desconocida, considerada ilusoria, o fuera de la realidad. Tal como sugiere Stanislav Grof, las experiencias cotidianas incluidas en los límites espacio-temporales se denominan alotrópicas. En cambio las experiencias sutiles, desconcertantes para la mente racional occidental, poseen una cualidad esencial muy diferente a las cotidianas que Grof denomina experiencias holotrópicas.
Estamos, poco a poco, re-descubriendo y rescatando el Reino Sutil del olvido, para acceder así a sus increíbles y maravillosas posibilidades de manifestación y restablecimiento profundo del equilibrio energético del Ser.
Sin un yo inherente, con excelente práctica,
en completa calma y total pureza,
tu ser brilla fulgurante
con los colores del arco iris.
Tu enseñanza,
con las armonías justas
divulga tu indestructible saber
fuera del tiempo
como el señor de la inteligencia
de los cinco cuerpos.
Todos los seres serán salvados
los del infierno, los del reino animal,
los espíritus hambrientos,
los dioses y los humanos.
Alejas el sufrimiento de los seres
y gozan de dicha infinita,
siempre que en la mente
mantengan el camino del despertar.
Oh sabio supremo,
has vencido la existencia cíclica
y dede ti emanan rayos
de fructificación sin cese.
Lss luces de mil soles resplandecientes
son apenas reflejos comparados con tu luz.
El esplendor y el brillo jamás se agotan
y puedes liberar a todos los seres en un instante.
Tu luz es el conocimiento que guía al mundo,
como millones de soles
producen oleadas de beneficios,
para aquel que sigue el camino
libera su existencia de la ilusión.
Recibirás los cien mil méritos
y las joyas de todos lo beneficios
florecerán como lirios
en la primavera.
Tantos budas como átomos hay en el universo
tantos universos como átomos hay en el mundo
tantos budas como miles de universos en cada átomo,
así de inmensa es su sabiduría.
Me refugio en Buda.
Me refugio en la enseñanza.
Me refugio en los que siguen el camino del despertar.
Por la liberación del sufrimiento de todos los seres
por la eterna dignidad y los radiantes poderes
de todos los budas pasados presentes y futuros.
Con tanta fuerza como partículas haya en todos los universos
así buscaré el camino para liberación de todos.